MERLO
  • 30/05/2025

¿Unidad o realineamiento? La foto entre Menéndez y Kicillof que reavivó especulaciones

En medio del clima tenso que atraviesa al peronismo bonaerense, la reunión entre Axel Kicillof y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, encendió las especulaciones sobre posibles movimientos en el mapa interno del oficialismo. La imagen que ambos compartieron en redes sociales pareció una señal pensada con precisión. Pero la pregunta que quedó flotando fue otra: ¿Gustavo está buscando acercar posiciones entre el gobernador y Cristina Kirchner, o empezó a mirar con simpatía hacia otro sector del tablero?

Menéndez siempre mostró lealtad con la expresidenta. Integra el Consejo Nacional del Partido Justicialista, mantiene diálogo con La Cámpora y jamás expresó críticas hacia el kirchnerismo. Sin embargo, tampoco confrontó con Kicillof. En un escenario de enfrentamientos crecientes dentro del espacio, esa cautela empezó a destacarse.

El encuentro tuvo lugar el martes en la sede del Gobierno bonaerense. Según lo que se comunicó oficialmente, ambos dirigentes repasaron la agenda de gestión. Hablaron sobre la paralización de la Autopista Presidente Perón, abandonada por el Gobierno nacional, y sobre futuras obras de infraestructura en Merlo. También conversaron sobre la inminente entrega de escrituras en el distrito.

Menéndez publicó la foto con un mensaje institucional, destacando "la agenda común" con la Provincia. Nada fuera del libreto. Pero en el contexto actual, el gesto se leyó como una jugada política. La reunión no fue casual ni pasó desapercibida. Algunos intendentes la interpretaron como un intento de mediar entre dos polos del peronismo bonaerense que, hasta ahora, no encuentran un punto de reconciliación. Otros creen que el "Tano" ya empezó a acomodarse cerca del liderazgo provincial.

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El equilibrio que Menéndez viene practicando se volvió evidente. En un momento de tensión máxima entre La Cámpora y Kicillof, su movimiento fue visto como una jugada pragmática. En off, varios jefes comunales admiten que sostener la relación con el gobernador se volvió una cuestión de supervivencia. Con el ajuste de Javier Milei impactando de lleno en los municipios, tener llegada directa a la Gobernación ya no es una opción, sino una necesidad.

En ese contexto, no se trató solo de obras. Se trató también de sostener poder territorial, evitar rupturas internas y enviar señales. La foto fue una muestra de eso. No fue un desafío ni un respaldo explícito, pero sí un gesto de posicionamiento.

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Gustavo Menéndez no rompió con nadie. Pero hizo saber que está mirando el tablero, que no se encierra en una sola línea y que, en medio de la tormenta, prefiere el diálogo con todos. Lo que resta saber es si esa actitud busca construir un puente entre Cristina y Kicillof o si, en silencio, ya está cruzando hacia la vereda del gobernador.