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Cernadas evita meterse en la guerra de Zamora y Galmarini: la estrategia del "paso a paso" y el blindaje a la interna de JxC
La feroz guerra interna que divide al intendente Julio Zamora y a su rival Malena Galmarini no solo impactó en Unión por la Patria, sino que también redefinió estrategias para el postulante de Juntos por el Cambio, Segundo Cernadas. Los encargados de diseñar el TEG de la política dentro de JxC miran Tigre como un territorio que podría pasar a quedar pintado de amarillo luego de las generales de octubre.
En el comando de campaña de Cernadas observan los continuos destellos de cada enfrentamiento que se libra en el campamento de UxP y enseguida agachan la cabeza para seguir enfocados en su meta: ganar primero la interna ante el precandidato bullrichista Claudio Cufré y luego dar el golpe en las elecciones ante Unión por la Patria.
Cerca de Cernadas confían a Conurbano Político que "era esperable" que se dispute la interna entre Zamora y el massismo en estos términos, pero advierten: "Es incómodo para trabajar en la campaña, pero estamos concentrados en nuestra interna, esta elección es paso a paso", señalan.
"Competimos contra el máximo poder de la Argentina, no nos podemos equivocar", indican fuentes allegadas a Cernadas que reparan en que no se pueden dar el lujo de meterse en las confrontaciones que mantienen al oficialismo de Tigre conmovido. "No me sorprende nada, pero prefiero no ser panelista de los conflictos de ellos", contestó cortante un legislador cercano a Cernadas que también opta por mantenerse centrado en las recorridas y en llegar con el mensaje de JxC a los vecinos tigrenses.
En el entorno de Cernadas dedican cada esfuerzo en "blindar" la interna propia de operaciones para evitar dejar en el camino votos. "La pelea entre Zamora y Galmarini nos puede beneficiar, pero no hay que dejar que nos operen la interna, no hay octubre sin agosto", repiten con asiduidad.
En la recta final rumbo a las PASO, Cernadas hizo eje en su plan maestro de obras para alivianar el tránsito, uno de las grandes quejas de los tigrenses, y también se mostró con una de las figuras conservadoras del larretismo como Miguel Ángel Pichetto en Pacheco. Además, visitó zonas humildes de Tigre como el barrio San Pablo y barrio Garrote, pero -en su entorno remarcaron- que no se trata de una estrategia para captar al electorado más cercano al peronismo: "La gente humilde siente que nosotros vamos por otro camino, Segundo se había comprometido a pasar por los barrios y cumplió", indicaron.